Sin duda alguna, vender una pulsera de oro o unos brazaletes son algunas de las intenciones y piezas más habituales que la mayoría de nuestros clientes quieren que valoremos. Son bastantes frecuentes y ocupan un lugar especial dentro del joyero, ¿pero son todas las pulseras de oro iguales?.
¿Qué tipos de son los más comunes al vender una pulsera de oro?, ¿Qué factores determinan su valoración a la hora de vender una pulsera de oro?
Son muchas y muy variadas, algunas muy extendidas por lo que intentaremos abordar sus peculiaridades con esta entrada en el blog.
Hace algunos años, en la década de los años 50 y con nuestro país en una difícil situación, había una cultura del oro como forma de inversión. La juventud de aquella época, recibía el «consejo» de los padres de que su primera inversión debería ser una pulsera de oro que se compraba con el primer sueldo ganado en el primer trabajo (mujeres) o un reloj (hombres). Sin duda era un símbolo de estatus social.
Hoy este tipo de pulseras -en su mayoría de diseño sencillo- el típico diseño básico de eslabones) o algunas más complejas con colgantes («cacharritos») son muy frecuente dentro de nuestras valoraciones.
Una década más tarde, la joyería, al igual que el ritmo marcado por nuestro país, cambió de tendencia y surgió una moda que abarcó un amplio periodo de tiempo y son las pulseras de oro con monedas colgadas, siendo las monedas más utilizadas para tal menester las monedas de 1 libra de oro (soberano) y las 25 pesetas alfonsinas de oro de un peso similar a la moneda británica; siempre -como en todo- existía para la gente más pudiente, pulseras con monedas de oro de gran tamaño como los 50 pesos mexicanos (41,6 gramos).
Pero vamos a la parte que nos interesa más, la de tasar para vender una pulsera de oro de estas características. Nos gustaría aclarar que estas monedas aquí nombradas, o algunas diferentes a estas carecen de valor numismático por completo, ya que todas son monedas de oro con un valor nominal de su contenido en metal (nunca se cuelga una moneda con valor numismático (como moneda). Una regla importante de la numismática es que cualquier moneda que ha sido colgada pierde casi todo su valor.
Existían dos formas de que la moneda colgara de la pulsera: método de acuñación y de fundición. Si la moneda es original de la época (método de acuñación), es decir, que ha sido extraída de un bloque, ha sido acuñada como una moneda de curso legal.
Tiene una densidad específica para su peso y diámetro, de esta manera determinamos el «kilataje» que con frecuencia es de 22 kilates, siendo superior al de la pulsera (que casi siempre es de 18 kilates).
Cuando una moneda no es original (bastante frecuente) el Joyero -en la creación de la pulsera de oro, al no disponer de la moneda para ser colgada en la pieza, se realizaba por método de fundición (oro fundido introducido en un molde) para dar forma y crear la moneda y -de esta manera- el orfebre creaba su propia moneda. Con la salvedad de ser creada en oro de 18 quilates, como el resto de la joya.
Este es un factor determinante a la hora de vender una pulsera de oro.
Los semanarios aunque no es un pulsera al uso, son 7 pulseras simbolizando los días de la semana y son bastantes frecuentes que -en su mayoría- están realizadas en oro de 18 kilates.
Otra muy común y que afecta negativamente a la tasación, son las llamadas pulseras de fleje, para dar dureza y consistencia a la pulsera, hay muchas pulseras que cuentan con un esqueleto metálico realizado en acero o en aleación metálica y cuya función es la de unir eslabones o bien impedir que la pulsera se deforme, obviamente al no ser oro no puede valorarse y resta peso de forma considerable a la pulsera. Hay que desmontarlo siempre que sea posible.
Por supuesto las pulseras mezcladas en su elaboración con otros materiales como pueden ser acero, tela, cuero…obviamente estamos ante el mismo caso, debe de ser separado a la hora de su valoración como oro.
Con estos ejemplos, los más representativos para vender pulsera de oro, y sin entrar en pulseras art deco o con piedras preciosas incrustadas, que tienen otra valoración.